Grecia forma de gobierno
De la monarquía a la ciudad-estado
Grecia no logró constituir un estado unificado: cada ciudad se constituyó en un estado independiente, la polis (una comunidad de ciudadanos que ejerce la soberanía sobre un determinado territorio y posee un ordenamiento jurídico propio).
En su origen, a comienzos de la época arcaica (siglo VIII a. C.) las polis eran monarquías, es decir, estaban gobernadas por una sola persona, el rey. CON la desaparición de los reyes, cada comunidad por separado tuvo clara e inequívoca existencia. El poder había pasado a LA “nobleza” (corto número de familias aristocráticas que monopolizaba la mayoría del territorio). Este sistema político produjo inevitables enfrentamientos entre los nobles y la masa del pueblo.
De estas pugnas intestinas, y ayudada por el nuevo auge del poder militar, surgió la institución de la tiranía. La palabra ‘tirano’ servía para designar a quien se había hecho con el poder y lo retenía sin autoridad constituida legítimamente.
En las ciudades-estado clásicas, especialmente en las más urbanas y cosmopolitas, la comunidad propiamente dicha la constituía una minoría. La mayoría estaba compuesta por los no ciudadanos (de los cuales los que residían permanentemente en la ciudad recibían en Atenas y en algunos otros sitios el nombre de metecos ), los esclavos (clase mucho más numerosa), y, en general, todas las mujeres. Los no ciudadanos, cualesquiera que fuesen sus derechos, sufrían varias incapacidades en comparación con los ciudadanos y, al mismo tiempo, estaban sometidos enteramente a la autoridad del Estado en que residieran.
El peligro subyacente era que el sentimiento comunitario, con todo y ser muy vivo, se extinguiese debido a la gran desigualdad que prevalecía entre los miembros de la comunidad. La pobreza se hallaba muy extendida, el nivel de vida material era bajo, y había honda división entre los pobres y los ricos. Esta división provocó frecuentemente revueltas y sediciones, que a menudo degeneraban en guerra civil.
Atenas y Esparta
Esparta era un gran cuartel, y los espartanos eran ante todo soldados educados para la guerra: despreciaban las bellas artes porque no eran útiles para la guerra, y tampoco hablaban demasiado porque un soldado obedece órdenes pero no las discute. El siguiente texto, relativo a la educación de los niños, nos servirá para hacernos una idea del estilo de vida espartano: A partir de los doce años dejaban de llevar túnica y sólo recibían un manto para todo el año. Dormían en dormitorios colectivos sobre jergones de cañas. No se bañaban y solamente se frotaban con aceite los pocos días festivos que había. Se les azotaba cruelmente por cualquier falta, aunque fuera leve. A propósito, en las comidas, que tomaban en común, sólo se les daba un alimento tosco e insuficiente para que buscaran víveres por su propia cuenta y se entrenaran así en el atrevimiento y la astucia. Se conoce la historia de un niño espartano que, al haber capturado a un zorrillo, lo ocultó bajo su manto, y antes de ser descubierto permitió que el animal le desgarrara el vientre y aguantó el dolor hasta morir.
Según la tradición fue Licurgo quien, hacia el año
Atenas: un ejemplo de democracia
Dos legisladores, Solón y Clístenes (siglo VI a. C.), para frenar los abusos de la nobleza oligárquica y los excesos de la tiranía, establecieron en Atenas un sistema en el que todo el pueblo tomaba las decisiones: esto significa el nacimiento de la democracia directa, que llegó a su máximo apogeo con Pericles (siglo V a. C.) y cuyas bases eran la libertad de expresión y la igualdad ante la ley.
El poder residía en
Los magistrados, elegidos anualmente por
La imposición directa no estaba bien desarrollada en la antigua Grecia. Existía un impuesto llamado eisphorá que se imponía a los muy ricos, pero que sólo se recaudaba cuando se necesitaban los fondos (normalmente en tiempos de guerra). Las grandes fortunas también estaban sometidas a las liturgies, que consistían en la obligación de financiar las obras públicas. Podrían consistir en el mantenimiento de un trirreme, un coro durante un festival de teatro o un gimnasio. En algunos casos el prestigio que acarreaba llevar a cabo estas acciones servía para atraer a los voluntarios. En otros casos se trataba de una donación obligatoria.
Por otra parte, los impuestos indirectos eran bastante importantes. Se imponían impuestos sobre las casas, los esclavos, el ganado y animales domésticos, el vino y el heno, así como sobre otros productos. El derecho a recolectar esos impuestos solían transferirse a los publicanos, o telônai (τελῶναι). Sin embargo, esto no era así en todas las ciudades: las minas de oro de Tasos o los impuestos sobre el comercio de Atenas les permitían eliminar esos impuestos indirectos. Otros grupos dependientes como los penestes con respecto a Tesalia o los hilotas con Esparta pagaban los impuestos a la ciudad estado a la que se encontraban sometidos.
La acuñación de monedas comenzó en Lidia alrededor del año
Las monedas tenían varios usos en el mundo griego:
* Servían como dinero, para realizar intercambios comerciales, y siendo utilizados por las ciudades-estado sobre todo para la contratación de mercenarios y para el pago a los ciudadanos por sus servicios.
* Eran una fuente de ingresos. Los extranjeros tenían que intercambiar su moneda por la local con un tipo de cambio favorable a la ciudad-estado.
* Servían como una forma de almacenar metales preciosos y así poder trasladarlos como bien de consumo. Eso explica los descubrimientos de monedas atenienses con altas concentraciones de plata a grandes distancias de la ciudad.
* Por último, la producción de moneda propia suponía para la ciudad-estado que la llevaba a cabo un cierto prestigio frente a la que no era capaz de hacerlo.
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